OBRA DEL ARTISTA HORACIO SANCHEZ FANTINO LLEGA AL PAPA
OBRA DEL ARTISTA HORACIO SANCHEZ FANTINO LLEGA AL PAPA
El Papa Francisco recibió un cuadro de Horacio Sánchez Fantino realizado con material de desecho -latas recicladas- que le fuera obsequiado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la reciente inauguración de la Casa de la Cultura de la Villa 21 en Barracas.
La jefa de Estado "tuvo la gentileza de regalárselo al Papa Francisco. El cuadro es un `zoom` de un mural de 9 por 3,40 metros que hice para el hall principal de la Casa de la Cultura", dijo el artista en diálogo con Télam.
A Sánchez Fantino esta actitud lo sorprendió y halagó mucho: "Estoy muy emocionado por el gesto de la Presidenta y ver la foto del Papa con este regalo fue increíble", comentó quien actualmente expone una veintena de sus trabajos en la galería Isabel Anchorena (Libertad 1389).
"Yo he trabajado con chicos de la villa y me contaban que el Papa los visitaba, sus mamás tenían las cadenitas que les daba el entonces cardenal Bergoglio. Y todo eso me conmueve mucho", rememoró.
El mural se hizo el año pasado y no está pintado, "utilicé la misma técnica que el que tiene el Papa. Yo trabajo con latas de bebidas ensambladas, recicladas, lo que la sociedad usa y tira me sirve como material de arte".
Y explica: "la basura se convierte en lo que parecen cristales brillantes de colores, es un material muy noble. La obra se instaló un par de semanas antes de la inauguración del lugar".
El cuadro entregado a Fernández de Kirchner tiene 80 por 60 centímetros, y las latas están engrampadas en forma neumática en una base de madera.
Sánchez Fantino comenzó a trabajar con esta técnica en el año 2010 cuando hizo un proyecto que se llamaba "Notas para perderse".
Se trataba de reinterpretaciones de zonas de Buenos Aires, elaboradas con el escritor Reynaldo Sietecase y su esposa y también productora, Paula Mikulan.
Uno de los lugares visitados fue la Villa 31, "que recorrimos con un referente, y ahí pensé en las latas, no en esas oxidadas, sino contemporáneas, que se descartan por todos lados. Me contacté con una cooperativa de reciclaje, El ceibo, que también tiene depósito en ese sitio y comencé a trabajar con ellos. Me proveen del material y la lata se abre y secciona por pedacitos".
"El primer mapa que hice fue de la Villa 31 y a partir de ese momento me di cuenta que era un material especial -consideró-, cerraba muy bien el concepto de desecho: que la basura vuelva a la sociedad de una manera mucho mejor, a través del arte".
"Hice un cuadro de 3 metros por 1,50 en la 31 y en una muestra lo vio el secretario de Cultura Jorge Coscia que ya estaba trabajando con la Villa 21 y pensó en este tipo de obra para el lugar. Me preguntó si quería sumarme, algo que fue un honor. No siempre uno tiene la posibilidad de hacer una obra de estas dimensiones para una gran cantidad de personas", concluyó.
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